05 septiembre, 2006

El mal

Hace unos días un amigo me mandó un forward digamos metafísico, de ésos que últimamente abundan. En resumen, el mensaje retrata una discusión filosófica, supuestamente protagonizada por Albert Einstein y uno de sus profesores. El profesor comienza la escena universitaria de esta manera: Dios (el dios bíblico, se entiende) creó todo, y el mal existe; luego, Dios creó el mal. El joven genio rebate el enunciado con el siguiente divertimento: El frío no existe, es la ausencia de calor; la oscuridad no existe, es la ausencia de luz..., el mal no existe, es la ausencia de Dios. Como corolario se extrae que hemos inventado palabras para describir cosas que no existen por sí mismas sino como ausencia de otras, y fundamentalmente que el mal no fue creado por Dios; es decir, no existe.

Pero, ¿que la oscuridad no existe? ¿Acaso no la creó el mismísimo dios bíblico? El Génesis es claro al respecto, ¿o aquí debemos aceptar que se trata de una metáfora y en el caso de los panes y los peces no? ¿En qué casos las sagradas escrituras son simbólicas y en que otros no? En fin, no nos desviemos. ¿Que el frío es la ausencia de calor? Umm. Eso me recuerda que la luz de la luna no existe, es sólo el reflejo del sol; que el picante no existe ya que los cuatro sabores son: salado, dulce, amargo y ácido (ha de ser un dolor); que como nací el 28 de mayo hoy es mi no-cumpleaños... Jugando con las palabras se puede decir lo que sea, ¿no creen? Pero hacerlo no me parece responsable.

Ahora, después de haber entrado en calor: ¿Que el mal no existe? ¿Que es la ausencia de Dios? ¡Vaya apreturas en las que nos ponen los amigos! Sin embargo, no me asusta el acertijo: Primero, no estaría seguro de que Einstein haya dicho esas cosas. Segundo, e independientemente de que aquello haya sido dicho por ese genio o por cualquier webero, claro que el mal existe; es parte de la naturaleza humana, y su concepto depende mucho pero mucho de nuestra propia moral.

Supongo que estamos de acuerdo en que la moral y la ética varían con el tiempo y con los individuos. Por ejemplo, en tiempos de Moisés no era considerado "malo" azotar públicamente a tu esposa si te pisaba la sombra, ¿cierto?; tampoco era "malo" sacrificar ovejas, palomas y otros inocentes de la creación para beneplácito del dios judío, ¿verdad?; y, más recientemente, no era considerado "malo" torturar de las maneras más horrendas a todos aquellos que preferían creer en otros dioses (se habrían olvidado del asunto del libre albedrío...). Ahora, píos e impíos, miramos asqueados esos tres hechos, entre otros; son pues otros tiempos, otra moral.

Nosotros nos inventamos a Dios como lo conocemos y así también creamos nuestra imagen del mal y de lo maligno. El diablo con cola picuda y trinche, así como el infierno calcinante, no existieron sino hasta el siglo IV. Y con las demás tucuymas pasa igual. ¿Cómo podemos estar seguros que nuestra interpretación es correcta? ¿Cómo podemos estar seguros que la muerte y resurrección de Jesús son más válidas que los mitos correspondientes de Adonis y Attis, entre otros?

El mal es el resultado de nuestras bajas pasiones como seres humanos, no le echemos la culpa a Belcebú. Incluso hay enfermedades que nos hacen obrar "mal". Tal vez no les asqueen tanto los asesinos y los violadores después de saber que la mayoría de ellos sufren enfermedades psiquiátricas. ¿O me dirán que Dios ha abandonado a estas personas? ¿Cómo puede un esquizofrénico figurarse siquiera que está alejado del mandato de Dios?

En efecto, el mal existe, y es mucho más que la ausencia de Dios o la presencia del Amo de las Tinieblas. Calificamos como "malo" a lo que va contra lo que la mayoría creemos se debería hacer, pero ese concepto se modifica en el tiempo, así como se ha modificado la imagen de Dios...

A lo que quiero llegar es que todos estos asuntos están en nuestra cabeza; viven en la testa, no en un plano suprafísico. Las religiones son un medio de control (y poder), que se aprovecha del miedo; así, las religiones han obrado mal, los religiosos han obrado mal... El propio Einstein dijo: "El comportamiento ético de un hombre debería basarse con eficacia en la compasión, en la educación, y en las ataduras y necesidades sociales; no es necesaria ninguna base religiosa. El hombre iría realmente por mal camino si se viera restringido por el miedo al castigo y por la esperanza de la recompensa tras la muerte."

Ahora bien, coincido plenamente en que si albergaríamos en nuestro ser más amor, compasión, sinceridad, respeto y responsabilidad hacia nuestros semejantes habría menos maldad, viviríamos mejor. Si alguien quiere llamarle presencia de Dios a éso, es asunto suyo; yo no lo haré.

3 Comments:

At septiembre 07, 2006 10:07 a. m., Blogger εl мε®о said...

Escribí este post precisamente porque creo que el bien y el mal son cosas de hombres, no de dioses ni demonios.

Vivir con responsabilidad... Sí, de acuerdo.

 
At septiembre 07, 2006 1:35 p. m., Blogger Karacteres said...

Aunque me linchen...

Estoy de acuerdo con la opinión de los dos: el bien y el mal son invención del hombre (¿o de seres inteligentes?), pero considero que el arrepentimiento sincero es válido... por favor, no metan a Gunter Grass(Alcaudón, se escribe Gunter, ehhh, una de cal por muchas de arena): hay épocas en nuestra vida en las que hacemos cosas de las que después nos arrepentimos, pese a que cuando las hicimos estabamos convencidos de ellas.

Considero que es parte de nuestro aprendizaje, del camino hacia la madurez.

En fin, ya era hora, Mero, de que te decidieras a tener blog.

saludos

 
At septiembre 18, 2006 12:02 p. m., Blogger εl мε®о said...

El amigo que mandó el forward, reaccionó de esta manera a mi respuesta:

Estoy de acuerdo con sus reflexiones sobre el mal, pero estoy tambien de acuerdo que el mal es claramente la ausencia de Dios, puesto que todo lo que El creo es reflejo suyo, sus creaciones no pueden crear nada sino tan solo aceptar o no lo que el ha creado. Una de las caras del mal es el pecado (o como quieras llamarle) que no es otra cosa que dar la espalda a Dios y vivir segun nuestros bajos instintos, en este entendido el mal es no tener a Dios, es donde Dios no esta y no por el hecho que El no pueda estar (ya que Dios es omnipresente es decir presente en todo lugar), sino ausente por voluntad del hombre (recordemos que Dios no obliga a que lo aceptemos sino que somos libres de hacerlo).

 

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